A la hora de vestirse de flamenca/o no se puede meter todo en el mismo saco. No es lo mismo vestir para un ensayo, que para bailar en un escenario o para la Feria de Abril. Si no queremos que nos miren como a un bicho raro, utilicemos para cada ocasión su traje específico:
Para ensayar: Es suficiente con una falda de ensayo, maillot y zapatos en colores discretos, por favor. Nada de amarillos y rosas. El pelo debe estar recogido.
Para bailar en el escenario: El vestuario en el teatro depende de las coreografías, de las compañías de baile y de la moda. Antiguamente los trajes eran más pesados, porque iban armados con can-can, y de colores alegres. Se parecían bastante al traje folclórico tradicional, pero estaban adaptados para bailar. Ahora se lleva todo lo contrario, los trajes son ligeros, de telas con mucha caída y predominan los colores neutros. Son vestidos mucho más cómodos. Si vemos fotos antiguas, apreciaremos la evolución. También ha evolucionado el vestuario de los hombres. Si antes llevaban un traje muy similar al folclórico con pantalones de cintura alta, camisas de chorreras, chaquetilla corta y fajín, ahora es raro verles con este atuendo. Hoy en día los hombres visten para el escenario de forma muy similar a como lo hacen para salir a la calle: un pantalón y una camisa sencillas, en colores oscuros. A otros bailaores, como Joaquín Cortés, les viste Armani con sus elegantes trajes, o con falda-pantalón y a pecho descubierto.
Para fiestas populares: Si vamos a ir a alguna de las fiestas tradicionales de Andalucía, no podemos ponernos la falda con la que ensayamos en la escuela de baile, necesitamos un traje folclórico. Pero ¡cuidado! A ver si nos vamos a presentar con un “vestido de chulapa” (traje tradicional de Madrid). Aquí están las claves para diferenciarlos:
Traje de flamenca
Es el traje que más llama nuestra atención cuando acudimos a una tienda de ropa y complementos flamencos. Son esos vestidos largos entallados con enagua, de colores alegres, lisos o con lunares y con varios volantes en la falda y las mangas. No obstante, los diseños varían todos los años según las modas. Es el traje que debemos vestir si vamos a la Feria de Sevilla o a cualquier otra feria de Andalucía. Hay quien lo llama traje de faralaes, pero este término no es del todo correcto. Se complementa con mantoncillo de flecos, flores en el pelo a un lado del recogido, peinecillos y pendientes grandes. Todos los complementos deben ir en un color a juego con el vestido. Por mucho que nos guste, bajo ningún concepto lo podemos llevar a la academia de baile; no es práctico para ensayar.
Bata rociera
Cuidado, porque se puede confundir con el traje de flamenca, pero es distinto. Es el traje de faena, de viaje o de camino, porque es el que se utiliza para la peregrinación al Rocío, una romería religiosa, al menos, en su origen. Ha de ser cómodo para caminar y montar a caballo, por eso es más sencillo que el de flamenca. No admite tantos volantes y los que tiene son más pequeños o con menos frunces. Tampoco lleva enagua, ni tiene tanto vuelo. El escote es de pico y la espalda va cubierta hasta el cuello. Las mangas tienen forma de farol hasta el codo. Los hay de dos piezas: falda y blusa. También puede complementarse con pañoleta. Las flores del pelo van en el centro en lo alto del recogido. Y en lugar de zapatos, se lleva con botas camperas.

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